LA PAQUERA. Nombre artístico de Francisca Méndez Garrido. originado por apelativo familiar. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1934 Cantaora. Sobrina de El Pili. hermana de Alonso Méndez y de Margari Méndez y tía de Las Paqueras. Se inició en las fiestas íntimas de su ciudad natal, obteniendo una gran popularidad al grabar su primer disco en los primeros años cincuenta. En 1957, debuta en el tablao madrileño El Corral de la Morería. España por bule-rías, es su primer espectáculo. con el que recorre el país en 1959, y en 1960, encabeza el titulado Arte español, junto a El Farruco, Juanito Maravilla y El Chocolate. Este mismo año alcanzó un gran éxito, en la sala de fiestas madrileña York Club. Al siguiente, formó parte del elenco Alegrías de Andalucía, presentado en el Teatro Cómico de Madrid, así como el de variedades Así se canta en Jerez, en el que figuraban Juanito Osuna, Félix de Utrera y Pepín Cabrales, que recorrió diversas ciudades españolas. Carrusel de canciones, presentado en el Circo Price, es su espectáculo de 1961. En el tablao madrileño Torres Bermejas y en el espectáculo Ronda dc canciones, actúa en 1962, tanto en Madrid como en gira por España. En 1963, es contratada por el Tablao Las Brujas de Madrid, siendo nominada Popular del diario Pueblo, en 1964.
Continúa seguidamente sus giras por toda la geografía española, en diversos espectáculos, realizando también salidas a varios países europeos. En 1965, comparte cabecera de cartel con Rafael Farina, en los espectáculos Bronce y solera y Embrujo y tronío. Debuta en el tablao sevillano Los Gallos, en 1968, tablao al que vuelve en 1970. En 1972, se presenta en el madrileño Los Canasteros, y en 1976, en el denominado La Trocha de Sevilla. Otra de sus diversas giras la realiza con Rafael Farina, en 1978, al frente dcl espectáculo renovado Embrujo y tronío. Desde los años finales de los sesenta, sus actuaciones se ciñen principalmente a los festivales andaluces y sus recitales en peñas flamencas, destacando entre estas participaciones su intervención en la Bienal de Arte Flamenco Ciudad de Sevilla. en 1984, y en la III Cumbre Flamenca de Madrid, en 1986, junto a miembros de su familia.
Ha obtenido el Premio Niña de los Peines, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1971, y la Copa de Jerez de la Cátedra de Flamencología. Su discografía es muy amplia y su repertorio igualmente extenso, destacando por bulerías, estilo en el que se revela con toda su dimensión sus cualidades cantaoras y su gran originalidad. Su personalidad artística, que llega rápidamente a toda clase de públicos, ha sido glosada por críticos y flamencólogos, juicios de los que seleccionamos los siguientes: Juan Luis Manfredi: «Ella es la reina dc la bulería en el compás de su tierra y posee, como pocas y pocos, el rigor de la medida y el compás. Espléndida de facultades. Francisca Méndez Garrido es capaz de engrandecer, de ampliar, de hallar el más difícil todavía en el más difícil de los cantes Está de lleno en la línea caracolera que ella no desmiente, ni mucho menos y canta con un nervio singular. La Paquera ha aportado al cante, evidentemente, una forma de decirlo, de sentirlo y de interpretarlo. Desde su irrupción en el mundo discográfico ha sido una auténtica bandera de los mejores cantes jerezanos. Primera figura sin discusión, con proyección dc espléndida herencia cara al futuro». Juan dc la Plata: «Es La Paquera, quien con personal estilo y excelentes facultades llega a ejecutar las bulerías y los fandangos, dándoles neto Sabor gitano. Su voz jerezana juega con los melos en forma sorprendente y bravía». Edgar Neville «Canta las bulerías con el llanto gitano, con ese temblor y ese quejido que sólo tienen los de su raza, con ese fondo de pena y emoción que va unido al cante flamenco puro y que le da hondura». Manuel Ríos Ruiz: «Desde El Gloria no se dio una voz festera de tamaña magnitud, ni tan sugestiva. La Paquera de Jerez es un fenómeno natural, una yema hirviendo que, de siglo en siglo, brota en la cepa del cante: ese eco que se nos queda clavado como una estaca en cl entrecejo, una inefable sonería flamenquísima e incomparable, única, en cada salía, tercio y remate.
La Paquera de Jerez, tan original por originaria, es la viveza y la bullería de un arte transido por los más ancestrales sentimientos. pues pone bocarriba y bocabajo, revoleando y recogiendo, barajando, en su titirimundi cantaor, todo el ritmo de su ralea. EI cante de La Paquera, motivado siempre por los títeres de su sangre y por los aljibes musicales de su raza, es relampaguero y esencial en su contexto, tiene siempre picos y rompimientos, estrépitos y rocío, emoción amasada y chorros luminosos, llega al gentío y lo enardece. La Paquera de Jerez, sigue siendo al cabo de una larga vida profesional, una de las figuras más populares del cante flamenco, ese nombre que arrastra a la afición y cierra o revienta el cuadro, como todos los génios de la jondura verdadera».