Aunque inscrito en el Registro Civil de Benamargosa, José Beltrán Ortega, «Niño de Vélez» para el mundo del flamenco, nació en la barriada veleña de Triana el 9 de Abril de 1906.
Se inició en el cante siendo aún muy joven y con veinte años ya actuaba en el teatro de La Latina, en Madrid, de donde pasó a realizar diversas giras por provincias, alternando con Manuel Vallejo, Niño Gloria y Manuel Torre, entre otros afamados artistas de la época. Acabada la guerra civil, reapareció en el teatro Cervantes de Málaga y prosigue su actividad artística, alternando las giras con la participación en algunos concursos, en los que recibe el reconocimiento del público y de los jurados.
A mediados de la década de los cincuenta marcha, como tantos otros andaluces, a Cornellá, en donde, sin abandonar el cante, trabaja como ditero. A principios de los setenta vuelve a su Vélez natal, en donde fallece el 5 de enero de 1976.
José Beltrán fue un cantaor que puso la donosura de su voz al servicio de una inspiración personal que transmitió a todos los cantes que interpretó, pero que, de manera especial, se hace visible en la malagueña «Caleta y el Limoná», aportación muy importante al acervo de los cantes de Málaga.
«Niño de Vélez» grabó sus cantes en 1929, cuatro placas con el sello Odeón, y en 1945, tres placas con la marca Columbia. En la colección de grabaciones de cantaores malagueños fallecidos editada recientemente por Diputación de Málaga, en un CD compartido con La Repompa, aparecen nueve cantes del artista veleño: la malagueña «Caleta y el Limoná», cuatro fandangos, dos medias granaínas, unos verdiales y unas alegrías veleñas.
José Beltrán, que siempre contó con el afecto de sus paisanos, tiene perpetuada su memoria con una calle y una plaza que llevan su nombre, respectivamente, en el núcleo urbano de Vélez y en la población de Triana, donde naciera. Desde 1979, también existe en Vélez una Peña Flamenca con su nombre.