Manuel de Paula

Manuel de Paula

Manuel de Paula

«Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender»

Estos versos de Antonio Machado que Manuel de Paula canta por soleá en su disco «Como oro en paño» podrían aplicarse a la propia esencia de Manuel Valencia Carrasco

Como suele ocurrir en Lebrija, los artistas se hacen en el seno familiar, y Manuel de Paula pertenece a una amplia dinastía lebrijana en la que el flamenco ha sido una seña de identidad secular. En la familia de Manuel encontramos a su madre Ana Carrasco a su padre Manuel el Caneco, a su primo Curro Malena, a su tía abuela Antonia Pozo o su abuela La Rumbilla. Si escarbáramos en sus raíces llegaríamos probablemente a los orígenes mismos de este arte. Pero Manuel de Paula no ha sido artista acomodaticio. No se ha conformado sólo con su tradición, sino que partiendo de ese conocimiento, Manuel ha llevado a cabo su búsqueda personal y artística? Porque si grande es su poso, más amplio es su horizonte.

El ámbito familiar y local lo traspasa cuando en 1971 gana el Premio Antonio Mairena del Concurso de Cante Jondo de Mairena del Alcor. Manuel tenía entonces catorce años. Deja sus trabajos en el campo y se hace profesional. Desde entonces Manuel de Paula lleva comprometido con la creación. Los setenta fueron años de denuncia y él asumió su papel como artista comprometido con la libertad, pero también con su tradición y con su sangre. Manuel de Paula compaginó el circuito andaluz de festivales flamencos con los estudios, grabando en los años 70 discos como ‘Cante grande de un niño gitano’, ‘Fiesta Gitana’ y ‘Así canta hoy Manuel de Paula’, entre otros, con guitarras como las de Melchor de Marchena, Parrilla de Jerez o Pedro Bacán.

Poco después, el bailaor Mario Maya le ficha para su compañía, donde permaneció durante seis años girando por teatros de todo el mundo. También pasó una larga temporada en Israel con Miguel Funi, mientras continuaba sus actuaciones en festivales y peñas. A finales de los 80, grabó los discos ‘Azabache’ y ‘Lebrija’. Por entonces, va fraguando espectáculos como ‘Chachipén’, ‘El patio de la rumbilla’, ‘Majarí Calí’ y ‘Nómadas del camino’. En 2007 publica su último disco hasta la fecha -el décimo en su carrera- titulado ‘Como oro en paño’, producido por el guitarrista Pedro Sierra.

Manuel de Paula ha sabido poner al día y renovar las esencias flamencas más tradicionales, ya sea a través de la expresión teatral -fue protagonista del nuevo teatro musical andaluz- o mediante sus discos y recitales.

Su amplia experiencia, su gran sentido del compás, su voz flamenca, sus conocimientos cantaores, su personalidad la conservación de los aires propios de su de su familia y de su Lebrija, así como la búsqueda de una expresión personal y comprometida con el arte son razones más que sobradas para considerar a Manuel de Paula como una referencia de primer orden que no ha parado de aprender ni un segundo de su vida.

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