Comienza desde muy niño su afición al flamenco alentado por el ambiente familiar, y ya desde muy joven se inscribe en diversos concursos de saetas.
De la mano del guitarrista Fernando Rodríguez se da a conocer en 1999 en diversos recitales y festivales flamencos de verano, siendo finalista en el Concurso de Mairena del Alcor.
En los años siguientes su trayectoria le lleva a ganar los primeros premios de saetas en Morón de la Frontera y Osuna (Sevilla), y en Baena, Lucena y Cabra (Córdoba).
En el apartado de cante ha recibido numerosos premios entre los que destacan en el año 2001 dos primeros premios en el Festival de Cante de las Minas de La Unión (Murcia) en las modalidades de seguiriyas y malagueñas y el primer premio en el Concurso Nacional de Cante de Ronda (Málaga). Estos premios le llevan a participar ya de forma continua en los principales festivales flamencos de Andalucía, pero es el año 2002 el que le traerá su mayor satisfacción al obtener la Lámpara Minera en el Festival de La Unión, además de los dos primeros premios en las modalidades de tarantas y levanticas. Estos y otros premios como el recibido en el Concurso de Ubrique (Cádiz) por javeras, el primer premio del Concurso de Guadalcacín o el primer premio y Canario de Plata en el Concurso Nacional de Cante de Colmenar (Málaga), hacen de este joven cantaor algo más que una promesa y un defensor de las esencias más puras del flamenco.