José Manuel Ruiz Rosa «El Chino» nació y murió en Málaga. Su cuna, su extirpe, sus raíces, sus sentires,…¡todo en «El Chino» era flamenco! Nació en la calle La Puente, en el malagueñísimo barrio del Perchel; calle que debe figurar en lugar de honor en los anales de nuestro Arte por la flamencura de sus vecinos y en especial de unos cuantos genios que allí vieron la luz primera: La Pirula y su hija la Cañeta, La Repompa, Pepito Vargas, y… El Chino. (Por la calle La Puente podía verse pasear en los años cincuenta a Ava Gadner con la Repompilla de la mano cuando la famosa actriz visitaba Málaga y quería escuchar buen flamenco). En la calle La Puente se engendraron unos cantes rítmicos (bulerías por soleá, tangos y bulerías) de extraordinaria belleza, «arrebujando» sonidos propios con aires importados extremeños, utreranos y granaínos siendo los artistas citados sus mas significados intérpretes. El propio «El Chino» nos muestra su cariño por su calle y nos dejó constancia en unas letras de Bulerías:
Nací en la calle la Puente
al final, junto al Rinconcillo,
en una casa gitana,
con muchas macetas
y muchos lebrillos.
Su padre Juan El Africano, dejó un sello guitarrístico importante en Málaga y fue, a la par, su mejor admirador (en muchas ocasiones le oíamos decir: «eso es de mi Chino» , al escuchar a cantaores hacer cosas que aún sin estar registradas-él era así- todos sabíamos que eran suyas). Su madre, La Blanca, es una flamenquísima mujer que sabe hacer los cantes percheleros con sello propio y duende.
Desde muy «chiquetito» El Chino se ganó la vida por bares y tabernas de los típicos barrios malagueños y en Pescadería, acompañando a su abuela en la venta del cupón, (si El Chino cantaba se vendían todos los cupones y la prole numerosa podía ir tirando). Como anécdota al caso, apunto que su madre la Blanca lo tuvo 3 meses vestío de Primera Comunión y cantando en «los sitios» para sacar unas pesetillas.
Anduvo en su juventud en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, etc, en fiestas y tablaos flamencos al lado de «los mejores» y formándose como Artista. Posteriormente en 1978, saltó «el charco» y se fue a Venezuela con el cuadro de «La Polaca» contratado por poco tiempo, que se amplia hasta 1986 debido a su éxito en ese país; ganando y derrochando dinero «a espuertas», como el común denominador de auténticos genios que hacen de la bohemia su ley de vida y para los cuales las cosas materiales son para disfrutarlas tal como vienen y nunca para guardarlas. También nos dejó unas bellas coplas que definen su carácter bohemio:
Afino mis trinos
y digo mis coplas
ando mis caminos
y a nadie le importa
si soy bueno o malo
o si soy bandío…
yo sólo soy humano
Mi vida es un sueño
soy una bala perdía
y un velero sin dueño soy yo.
Vuelve a España en 1987 por consejo de su amigo Paco de Lucía que le augura éxitos aquí y se establece en Linares donde permanece 6 años actuando en la zona y en madrid.
En 1992, unos pocos amigos le convencen y se establece en Málaga donde se asienta y madura artísticamente.
En 1995 gana el 1er. Premio Enrique El Mellizo del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba (y tenían que haberle dado algún otro) por Tangos y Alegrías dándose la circunstancia de ser el primer artista no gaditano que lo consigue,y es reclamado para cantar en Peñas, tablaos y Festivales de toda España con un caché mas acorde a su auténtica valía.
En cuanto a su forma de cantar, -ahí está su discografía(«Vístete de fantasía»-1991, «Una historia de amor»-1993 y «Vieja Letanía»-1996), habría que destacar su gran sentido rítmico, su dominio del compás, lo bien que vocalizaba y lo dulce de sus cantes, no exento de pelea ni rasgo en momentos sublimes.
El Chino fue un cantaor largo, de amplios conocimientos y variado repertorio(tangos, bulerías, alegrías, soleás, malagueñas, tarantas, mineras, cartageneras, tarantos, fandangos, etc.)
Otra cualidad extraordinaria en El Chino era la cantidad de matices musicales que manejaba, lo que hacía que cada actuación suya resultara distinta, y en función de sus facultades o estado de ánimo del momento, interpretaba -y a la par creaba- nuevas formas de expresión en su cante.
Otra faceta de El Chino, menos conocida a nivel general pero igual de fecunda, era su forma de tocar la guitarra. Había aprendido de su psdre Juan, se acompañaba a él mismo y a otros artista y había tocado en los buenos cuadros flamencos en los años sesenta(verdadera Universidad del Arte Flamenco). El Chino trasmitía todo su sentido rítmico al toque de guitarra dotándolo de ses mágico «aire flamenco» que sólo unos pocos elegidos pueden captar y transmitir. Se puede tocar con más técnica y virtuosismo pero difícilmente se puede tocar más flamenco que cómo él lo hiciera.
Mención especial merece también las letras de sus cantes que él mismo se componía. Las anteriormente reflejadas en este artículo son de su propio «magin», a las que podríamos añadir otras de una extraordinaria belleza lírica.
Desde mi ventana se divisa el mar
que bañan las playas de mi libertad
y una letanía se oye a lo lejos
es la voz de un niño que le dice a un viejo
¿de quién es la ola?
¿de quién es el mar?
¿de quién es la espuma?
¿y de quién la sal?
Cuando la luna se pone
sus zarcillos de coral
las olas del mar bravío
rompen a llorar¡
y también coplas de requiebros amorosos cargadas de sensualidad
Cuando te pones el vestío blanco
frente a la puerta
se te aclarea, se te aclarea
luego dice tu novio
que busco pelea
cuando te pones el vestío blanco
se te aclarea, se te aclarea
Tu tienes la cara bonita
y el pelo negro rizao
y el sentío me lo quitas
Me voy a bañar en el río
de tu cuerpo tan moreno
y por las noches dormir
enredaíto en tu pelo negro.
Y es que las letras de El Chino, independientemente de su temática, carácter o género, son flamenquísimas, y, siendo nuevas, suenan a rancias. Y para terminar plasmo aquí una de tus coplas ( a la que he trucado a conciencia), precisamente la que define la cualidad por excelencia- y a mi modo de entender casi única- que debe tener el auténtico Artista flamenco:
Personalidad tenías
te sobró la inspiración
fuiste mas puro que el viento
y mas flamenco que tó.
Descanse en paz Chino junto a tu «pare» Juan y a tu «hermano» Camarón.