El mundo del flamenco, en los últimos años, ha venido descubriendo poco a poco a un buen número de cantaoras jóvenes de Granada: Chonchi Heredia, Estrella Morente, Marina Heredia… Carmen Carmona es también granadina, y también joven (24 años) y ya ha llegado el momento de que salga a la luz.
Nacida en una familia de cantaores, de buenos cantaores que nunca se lanzaron a los circuitos profesionales, Carmen ha heredado el conocimiento y la jondura que desde niña vivió en su casa: Su padre, «José de lllora», solía recibir en su casa a grandes artistas como Chocolate, Capullo de Jerez o Pepe de Lucía; y especialmente a uno de sus mejores amigos, Camarón. Entre ellos el aprendizaje era mutuo y la amistad profunda y sincera: «No está bien que pases por La Línea y no te llegues a la casa, José»
Así que Carmen tuvo buenos maestros en su misma casa, empezando por su propia madre, de quien se dice que cantaba seguiriyas como nadie, «pa rabió», pero que no llegó a grabar porque José, que era muy gitano, no lo permitió. Y siguió siempre bien arropada: Se subió por primera vez a un escenario con Remedios Amaya. Y en su familia hay un buen número de artistas que no hace falta presentar: Los Ketama, Dieguito el Cigala, Morenito de Illora…
Lo primero que podréis apreciar de Carmen Carmona es que es flamenca. Luego que, aunque atesora conocimiento de los palos tradicionales, se mueve con soltura en las nuevas aguas de la fusión. A Carmen, en realidad, le gusta cantar al modo de Camarón (Que es lo que aprendió de niña…), pero lleva años oyendo decir: «Niña, no cantes por Camarón, que no está bien visto…». así que ha ido labrando su propia forma de cantar después de haber oído cientos de veces a Manuel Torre, a La Repompa o a la Niña de los Peines.