San Fernando (Cádiz), 1950-1.992. Nombre artístico de José Monge Cruz, debido al color rubio de su pelo, pese a ser gitano. Cantaor. Desde muy pequeño cantaba en ventas -especialmente en la Venta Vargas- y en fiestas íntimas, haciéndose profesional a los 16 años, en las compañías de Miguel de los Reyes y de Dolores Vargas. Tras una temporada en el tablao madrileño de Torres Bermejas, graba su primer disco con la guitarra de Paco de Lucía, alcanzando una enorme popularidad y siendo requerido para actuar en los festivales andaluces como primera figura y con la máxima cotización económica del momento dentro del género flamenco. Éxito que ha continuado tanto discográficamente como actuando ante los públicos de toda España. Es el cantaor preferido de la juventud aficionada, y a pesar de lo corto de su trayectoria ha ejercido una gran influencia en muchos cantaores jóvenes, que le imitan abiertamente, por lo que en el ambiente flamenco se habla de cante camaronero, especialmente en los estilos de fandangos, tangos y tientos, rumbas, bulerías y tarantos, a los que imprime una indiscutible personalidad. Su proyección ha traspasado las fronteras y goza de un gran cartel en el extranjero, especialmente en América. Está en posesión del Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera y del primer premio del Concurso de Mairena del Alcor. Su arte ha suscitado un gran número de comentarios, entre los que destacamos los siguientes: Manuel Ríos Ruiz: «Camarón de la Isla es un artista mágico. Tras su aparición y consagración, puede decirse que empieza una nueva època por su gran influencia, no solamente en los intérpretes que le siguen, sino también en la afición, buena parte de ella creada por él mismo, pues su forma de cantar, que parece estar en las corrientes musicales modernas, ha promovido nuevos aficionados al cante flamenco entre la juventud española. Todo ello sin menoscabo de gustar y entusiasmar a los màs exigentes y ortodoxos aficionados tradicionales. Y es así porque su jondismo está latente en su rajo, en su voz gitanísima, que aunque breve, es lastimera, brillante y sugeridora a la vez. De ahí que sus innovaciones estilísticas, cifradas principalmente en distorsiones rítmicas, sean aceptadas por los cabales, dado que en ningún momento se separan de un compás legítimo, que este artífice conoce por naturaleza. Posiblemente, Camarón de la Isla sea el cantaor más personal de las últimas generaciones flamencas. Su duende se pone de manifiesto en todo instante y hasta sus expresiones más livianas tienen el aliciente de conmover, de pegar ese pellizco en la sensibilidad de los entendidos y sentidores del cante. Estamos, pues, ante un cantaor con magia, con alma y sutileza flamenca personalísima, repetimos, que por méritos propios ha pasado a la historia. Por eso es el que junta más gente y el que conecta rápidamente con todo auditorio». Isabel Coderque: Para unos es un hereje que ha traicionado las raíces de su música. Para otros el protagonista de una leyenda negra que habla de autodestrucción. Para casi todos, el primer cantaor entre los grandes del flamenco. El es José Monge, Camarón de la Isla, espejo del alma de la Andalucía gitana». Maite Contreras: «De Camarón dijo Mairena: Canta gracioso. Caracol fue más lejos: Ese niño es un dulce. Todos los viejos cantaores y aficionados coincidieron: Niño prodigio. La admiración de los jóvenes reconoce su estilo e influencia, y amplios públicos seguidores de otras músicas se han acercado al flamenco por él». Antonio Villarejo: «Si algún cantaor ha tenido una amplia repercusión popular como no se conocía desde hace muchos años, este es Camarón. Cuando apareció, fue un verdadero bombazo por ser tan distinto y tan joven y con tan vieja sabiduría en su cante, tan imitado como adorado por los gitanos y los que no lo son, todo sentimiento, delicadeza -casi angelical- y brío a la vez, de enorme jondura expresiva e irradiando música por los cuatro costados».
José Luis Ortiz Nuevo: «Fue cuando salió su nombre en los papeles y las gentes comenzaron a oír sus gemidos de llanto casi adolescente; entonces todos los gitanos imitaron su voz y hasta se peinaban de la misma manera que se peinaba él; Camarón, un camaroncillo isleño, tan rubio y tan menúo, estremeciéndose por los tercios de los fandangos, pidiéndole a su mare Juana el queso aquel que era la luna, hambre todavía en los recuerdos del gitanito, cantaor desde siempre cuando se escapaba y se iba a las juergas de la Venta Vargas a escuchar a Caracol y a cantar él, en las rodillas del maestro; Camarón un camaroncillo isleño, revolucionario del cante, creador, puro en la pureza que no se mide con los clichés, sino con el corazón y con la rabia; buena gente,tímido, sencillo en la grandeza de su arte, artista fundamental para el flamenco de nuestra época, maestro ya, tan jóven, imitado y seguido, también, ¿y como no?, tachado de falsear los ritmos, él que es capar de cantar el Quijote, metío en bulerías, porque sabe y puede».
…….Escuchar a Camarón era saber que el desamparo es nuestra herencia, pero también era advertir, maravillados, que en el fondo de la desolación nos aguardan la autenticidad, la fraternidad y la felicidad. En sus sonidos negros advertíamos el luto inexorable de la especie infortunada a que pertenecemos, pero allí, al fondo, en la espesura de los sonidos negros, hallábamos también el esplendor de nuestra inocencia. Camarón era más que un cantaor flamenco: era nuestro embajador por el territorio de la desgracia y era a la vez el que arrancaba la desgracia a suspiros extraordinariamente calientes y cordiales que acariciaban nuestra conciencia desolada y la volvían momentáneamente feliz. Le debemos a Camarón la evidencia de que «los hombres somos animales inconsolables» y también la evidencia de que en el fondo de nuestro desconsuelo habitan la eternidad, la dicha, la liberación…….
Félix Grande
«Como cantaor, Camarón fue, por un lado una de las gargantas mejor afinadas del flamenco, y al mismo tiempo, una de las voces más desamparadas de la historia del flamenco. Y luego, la medida de su genio la da el hecho de que llegó con la misma intensidad a las multitudes y a los especialistas como una criatura genial sin haber inventado nada. No necesitó inventar nada para ser un genio»
Félix Grande
«Camarón ha sido uno de los artistas andaluces más profundos que he conocido en toda la historia del flamenco. Para mí es el que más me ha llenado de todos los cantaores»
Vicente Amigo
«Camaron ha sido todo para nosotros. Ha sido el mejor de todas las épocas, el mejor de todos y el que más ha hecho por el flamenco. Lo vamos a notar todos, lo vamos a notar nosotros y sobre todo se va a notar en los festivales, porque él era el que llenaba las salas, en Andalucía, en Madrid, en Barcelona y en todas partes. Metían a Camarón y metían a cantaores, a Ketama, o al que fuera, porque sabían que se iba a llenar el sitio. Ahora que no está él, ya es mas difícil».
Ketama
«De Camarón se pueden decir muchas cosas. Camarón ha sido un artista con una personalidad muy grande que ha marcado una época. Yo lo considero de mi tiempo y personalmente tengo muchas cosas que agradecerle. He trabajado muchas veces con él y como artista estoy orgullosa de la carrera que ha llevado Camarón. Me gusta muchísimo como cantaor, además ha sido un artista que ha llevado el flamenco a las masas. A la gente le gustaba Camarón, y no a una minoría, sino a una gran masa de público. Creo que era una buena persona y pienso que todo el mundo coincide en eso. Ha abierto muchas puertas, muchos caminos al flamenco. Yo personalmente siento una gran admiración por Camarón».
Carmen Linares
«En nuestra raza es nuestro rey. Ese carisma, esa forma de cantar que ya no había más…..esa voz tan bonita, esa humildad. Nació genio y se fue genio.El marcó una forma de vestir, de peinarse, de dejarse la barba, de hablar, de estar callao, de estar sentao. Creó un personaje que es muy difícil de romper».
Tomatito
«Quizás el primero que a mí me llamó la atención y que me abrió las orejas al flamenco fue Camarón. Comprendí gracias a él que el flamenco era muy grande y además muy bonito y muy bueno……..»
Mayte Martín
«Pasados estos años de la muerte de Camarón su recuerdo me evoca una produnda tristeza pero al mismo tiempo me produce una alegría inmensa, alegría de que haya sucedido algo como Camarón y de tener en los discos todo lo que él nos ha dejado y a mí personalmente por los muchos momentos que he pasado con él. No todos han tenido la suerte de haber convivido en la misma época y en el mismo momento como yo he vivido con Camarón. Yo creo que Camarón ha dejado una escuela, ha dejado una música para que varias generaciones sigan disfrutando y sigan llorando con él»
Paco de Lucía