Vicente Escudero Uribe, nació en Valladolid, en 1888. Desde muy joven se dedicó profesionalmente al baile flamenco y pasó una temporada en el Sacromonte granadino, viviendo con los gitanos -él no era gitano-, con el fin de adquirir de ellos algunas enseñanzas. Luego, intentó bailar en Madrid, y actuó durante muy pocos días en el famoso Café La Marina, sin que tuviera. éxito, por lo que fué despedido, según él mismo contara, por deseo expreso de los demas artistas, que alegaban que no sabía tocar las palmas a compás.
La anterior anécdota pone de relieve las dificultades de los principios artísticos de Vicente Escudero, que no desistió de su empeño de llegar a ser un gran bailaor. Y tuvo la suerte de encontrarse en el Café Las Columnas de Bilbao, con el magistral Antonio de Bilbao, quien se convirtió en su maestro, enseñándole y. transmitiéndole su estilo. Providencial circunstancia en su vida. Y para no hacer el servicio militar, se marchó a Portugal, desde donde pasó a Francia y otros países europeos, bailando en salas de fiesta y cabarets, perfeccionando su baile.
En 1922 obtuvo el premio del Concurso Internacional de Danza, organizado por el Teatro de la Comedia de París. Dos años después ofreció un primer gran reciral en la capital francesa. Y fué en Paris donde creó su ballet flamenco, con un repertorio de obras de Falla. Turina y Albéniz. .A partir de entonces su proyección fue rutilante, porque entre otras cosas Manuel de Falla le encarga el montaje y coreografía de su obra «El Amor Brujo», que se estrenó también en París. A su regreso a España se presentó en Madrid y recorrió varias capitales de provincia, entre ellas Barcelona, donde puso en escena su espectáculo «Bailes do vanguardia»
Después Londres, Nueva York, Hispanoamérica? Todo un periplo triunfal dentro y fuera de nuestras fronteras (como se recoge en la voz que se le dedica en el Diccionario enciclopédico Ilustrado del flamenco. Una vida artística que culmina con el homenaje que se le tributo en 1947, en el Teatro Monumental madrileño con la participación de grandes figuras del flamenco y con la adhesión de pintores, escritores y músicos. Vicente Escudero, murió en Barcelona, en 1980, siendo enterrado en el panteón de ilustres de su ciudad natal. Hombre de grandes Inquietudes artísticas e intelectuales, se reveló como un peculiar pintor, plasmando pasos y poses del baile, y escribió textos sobre su arte, así como un decálogo para su interpretación con pureza según su personal concepción.
Al decir de José Blas Vega, en 1939 creó la siguiriya gitana pues antes nadie había ni siquiera intentado bailarla, añadiendo:
consciente de su responsabilidad, mantuvo de forma constante, sobre todo en sus últimos años, una labor didáctica a través de numerosas conferencias.
Y Vicente Marrero opina lo siguiente:
Entre las grandes figuras de nuestra danza destaca Escudero, por el carácter personal y su jondo de su baile que pasea por los mejores escenarios del mundo, oyó los aplausos de los críticos más exigentes e hizo sentir siempre su propio paso.