Comienza su andadura como un juego con tan solo 3 años, pero es a los 8 cuando ingresa en el Conservatorio Profesional de Málaga para realizar sus estudios de Danza Española y Flamenco. A los 15 años se traslada a Madrid y termina estos estudios en el Conservatorio Profesional Carmen Amaya con la calificación de sobresaliente.
Es entonces cuando, tras ganar el Primer Premio del Tablao Villa Rosa de Madrid, empieza a trabajar en los más prestigiosos tablaos de la capital y del resto del país (El Cordobés, Casa Patas, Las Carboneras, El Arenal…) y a llevar su baile por numerosos festivales como El Corral del Carbón de Granada, el Festival Flamenco de Polonia o Flamencos y Mestizos en la Sala Berlanga de Madrid.
Cabría destacar su participación en el Festival de Jerez 2019 junto a Adrián Santana en el espectáculo Simbiosis, donde Manuel Aranda, del Diario de Jerez, la califica como «una de las grandes sorpresas de la edición, convirtiéndose en todo un descubrimiento».
En paralelo, su carrera profesional crece como componente de numerosas compañías, destacando la de Daniel Doña y Manuel Liñán en su espectáculo Rew. Forma parte también del espectáculo Nómada, de Manuel Liñán, de la Compañía de los Pericet, Miguel Ángel Corbacho y Elena Salgado. Participa en los espectáculos De flamenca y Entrar al juego, de Marcos Flores; Impetu’s, de Jesús Carmona, y en la producción Duende, para el ciclo Lorca en los Jardines del Generalife, liderada por Manuel Liñán y Fuensanta «La Moneta».
En la actualidad es solista del Ballet Flamenco de Andalucía y ha ganado el premio a la artista revelación por su intervención en el espectáculo Sí, quiero de la Compañía Mercedes de Córdoba, estrenado en el pasado Festival de Jerez, compaginando todo con su continua formación, su intervención como solista en tablaos y festivales, y con su trabajo como docente por todo el mundo, siendo invitada por la Universidad de Albuquerque para el curso 2018.
A pesar de su juventud, Águeda Saavedra, según escribió Alejandra Pachón de Expoflamenco, «posee un gran dominio del espacio, en el que ejecuta cada uno de sus elegantes y bravos movimientos con una fuerza y limpieza de pies que deja atónita a la concurrencia».