Gala Flamenca. Coreografía Manuel Liñán, Alfonso Losa, Paula Comitre, El Yiyo. Cante: David Carpio, Antonio Campos, Sandra Carrasco. Guitarra: Francisco Vinuesa y Javier Ibañez. New York City Center - Flamenco Festival
Después de triunfar en Miami y Boston, la tradicional gala flamenca del Flamenco Festival (que cada año repite fórmula con un elenco distinto) llegaba este fin de semana al New York City Center con todas las entradas prácticamente vendidas para las tres funciones programadas el sábado y el domingo con las que la cita echaba el telón a una exitosa, diversa y valiente 23 edición que ha reunido a más de 32.500 espectadores.
Aquí, tras tres semanas de más de veinte propuestas de cante, baile y guitarra de todo tipo, un público enfervorecido esperaba celebrar la fiesta del flamenco en mayúsculas. Sinceramente, aunque el vínculo de esta ciudad con lo jondo de remonte a más de un siglo y llevemos varios días viendo a los artistas conquistar la gran manzana con su arte no deja de sorprender las ganas con que se busca en este lado del charco la autenticidad que promete este género. Y la emoción con que se vive y se aplaude!
Es inevitable, por tanto, como nos ocurre también tantas veces en nuestro país, preguntarse cómo recibe el flamenco quién normalmente no lo ve. Qué les hace removerse del asiento y expresarse. Por qué igual para ellos pasan desapercibidos ciertos matices en los que nosotros (los que tenemos educada la mirada o el conocimiento) nos rendimos. Como pasó en los fandangos que Sandra Carrasco cantó acompañada de las guitarras de Fran Vinuesa y Javier Ibáñez llevando los tercios al límite. Y, sin embargo, se entusiasman con la figura poderosamente bella y racial del Yiyo cuando zapatea veloz, aunque claramente fuera el más limitado coreograficamente. Entiendo que porque el aficionado aplaude más la búsqueda y el riesgo y el espectador lo espectacular, valga la redundancia.
Claro que luego sale Manuel Liñán con bata de cola y mantón por soleares (qué naturalidad la de su baile, qué riqueza de recursos y qué versatilidad la suya) o Alfonso Losa con bastón por farruca (qué precisión, qué firmeza, qué rotundidad) y ahí sucumbimos todos. Aún más cuando se juntan por verdiales en una de las piezas más memorables de la noche.
Anyway, que se diría en inglés, esta gala flamenca está planteada a modo de fiesta para que todos gusten. Mostrando la amplia paleta de colores de lo jondo que incluye también la frescura y el porte del Yiyo en las alegrías, la delicadeza, la alegría y sutileza de Paula Comitre con abanico en las guajiras y el bonito homenaje al ‘Fuente y caudal’ de Paco de Lucía que hicieron los guitarristas.
En esta gala, no obstante, echamos de menos una mayor presencia femenina en el baile donde nos faltó una mujer de peso que aportara más racialidad y flamencura. Y también, quizás, un mayor diálogo entre estos artistas de mundos tan opuestos, que en realidad (a excepción del paso a dos de Liñán y Losa) reprodujeron el formato de tablao a lo grande. Aún así, como decimos, asistimos a una gala cuidada y de calidad donde estos cuatro magníficos del baile actual salieron en volandas.
Fotografías Pepe Zapata
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