El festival Flamenco On Fire se trasladó a Tudela el sábado 25 de agosto, comenzando con la actuación de Saúl Quirós y Raúl Ramírez desde el balcón del ayuntamiento de la ciudad. Saúl Quirós, cantaor originario del barrio madrileño de Caño Roto e hijo de Adolfo “El Segoviano”, ha recorrido el mundo acompañando a compañías de renombre como las de Sara Baras, Joaquín Cortés y Antonio Canales. Entre sus colaboraciones más destacadas se encuentran trabajos con figuras como Paco de Lucía, Tomatito, Duquende, José Mercé y Diego el Cigala.
La programación continuó en el Teatro Gaztambide con el espectáculo «Color sin nombre», a cargo del bailaor madrileño José Maya. Este espectáculo ofreció una profunda conexión con el universo del pintor Mark Rothko, permitiendo al público disfrutar del baile y del cante de un José Maya en plena madurez artística. Acompañado en el cante por Delia Membrive y José el Calli, Maya exploró el universo flamenco que define su estilo personal. La guitarra de Rycardo Moreno y el cello de Barnabas Hangonyi, junto con la percusión de Luis Fernández Salazar, aportaron una textura musical que enriqueció la experiencia visual y auditiva. Con esta propuesta, Flamenco On Fire continuó su enfoque en el baile flamenco bajo el lema «planta-tacón».
Por último, el Conservatorio Fernando Remacha acogió el recital de cante de Antonio Haya “El Jaro”, acompañado a la guitarra por Niño Migueles. El Jaro, originario de Villa del Río, Córdoba, y ganador del Melón de Oro en el Festival Internacional de Cante de los Ferros en 2022, demostró un notable nivel de madurez artística. A lo largo del recital, El Jaro fue acompañado magistralmente por Antonio Migueles, interpretando estilos como las mineras, malagueñas, fandangos y bulerías, con alusiones a Pansequito y Juan Villar.
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