Ana Palma
Galería fotográfica del espectáculo «Petisa Loca» de Sara Calero en la Sala Compañía del Festival de Jerez. 8 de marzo 2018. Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
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Sara Calero (voz en off antes del comienzo del espectáculo)
En toda mi carrera tan solo he bailado una coreografía hecha por una mujer, Danza y Tronío de Mariemma y data de 1984.
Los papeles femeninos teatrales que he representado en compañías siempre han compartido aspectos como la delicadeza, la fragilidad o la vulnerabilidad. Necesitados siempre del contrapunto masculino protector que da sentido a la naturaleza femenina.
Se me ocurre una excepción, aunque nunca la he representado: Carmen, cuya fuerza emana de su capacidad de seducción y su incomparable sensualidad, irresistible para el género masculino.
Hoy confieso dos deseos:
- El primero.
Que más mujeres se animen a crear y dirigir profesionalmente. Que en su etapa de formación se presenten a certámenes, ya sea coreografiando para ellas o para ellos, y con ello contribuyan a que los papeles pensados para la mujer tengan un expectro más amplio de matices.
- El segundo.
El cuerpo es el medio con el que todo ser humano se relaciona con el mundo. Para una bailarina o bailaora es además su única herramienta expresiva.
Que el cuerpo desnudo de una mujer sobre el escenario nunca resulte: escandaloso, provocador, efectista, sexual…
La danza española y el flamenco, son las únicas disciplinas artísticas que aún reaccionan con estupor ante una imagen tan hermosa.
Sara Calero
8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer
