Pedro Cintas & Celeste Montes – Sones de Extremadura

Sábado 23 de marzo
PEDRO CINTAS, cantaor de Badajoz
CELESTE MONTES, cantaora de Badajoz
Miguel Vargas & Juan Vargas, guitarristas de Badajoz
Miguel Téllez y Noé Barroso compás

PEDRO CINTAS. Nacido en La Albuera (Badajoz) y criado en el seno de una familia humilde de trabajadores del campo. Hijo y nieto de cantaores aficionados ha escuchado flamenco desde que tiene uso de razón, cantando desde muy niño en reuniones familiares.

En 2013  tiene lugar la presentación de su primer trabajo discográfico “Papeles íntimos”, basado en la obra del maestro Antonio Mairena en Mairena del Alcor (Sevilla), en el Auditorio Caja España de Zamora, en el Real Círculo de la Amistad de la ciudad de Córdoba y participa en el IV Festival Flamenco “Noches Brujas” del Corral de la Morería de Madrid. En 2014 actúa en los “Jueves Flamencos” de Cajasol de Sevilla compartiendo espectáculo con “el Guadiana” y Dani de Morón: “Vengo de la Extremadura”.

Ha participado en numerosos concursos y festivales compartiendo cartel con figuras del cante flamenco como: El Lebrijano, Chocolate, Fernando Terremoto, Miguel Poveda, José Mercé, José Menese, Chano Lobato, Pansequito, Calixto Sánchez, El Cabrero, y un largo etc.

Lo han acompañado guitarristas a lo largo de su carrera artística como Juan Vargas, Manolo Franco, Antonio Patrocinio, José Luis Montón, Antonio Carrión…

CELESTE MONTES comenzó su andadura flamenca desde la cuna, bajo los sones flamencos de la estirpe gitana de Los Jerezanos. Ha crecido rodeada de aires flamencos en las fiestas familiares, trasmitidos por su padre que cantaba en los corros de la Plaza Alta hasta su primo El Viejino de Badajoz cantaor muy solicitado en las fiestas de los gitanos. También está emparentada con la familia de Los Tobalos, con cantaoras que hoy son pilares del cante extremeño, como La Marelu, La Manoli o La Kaita y el gran compositor flamenco Juan Antonio Salazar autor de muchas letras de los más grandes cantaores del flamenco actual.

Es una cantaora de voz dulce, bien controlada, no exenta de pellizco, con quiebros preciosos acaparados por el duende de su arte. Una voz joven llena de frescura, conservando un aire verdadero y puro, que desprende matices nuevos, repletos de renovación y un perfecto dominio del compás en los cantes festeros.