35 FESTIVAL MADRID EN DANZA
EL AMOR BRUJO. GITANERÍA EN UN ACTO Y DOS CUADROS
Israel Galván
Miercoles 17 de junio – 20.30h
Entradas
ESTRENO EN MADRID
FICHA ARTÍSTICA
Dirección y coreografía: Israel Galván
Asesoría musical: Pedro G. Romero
Baile: Israel Galván
Cante: David Lagos
Piano: Alejandro Rojas-Marcos
Música: Manuel de Falla, Alejandro Rojas-Marcos y David Lagos
Asistente de dirección: Balbi Parra
Asistente de coreografía: Marco de Ana
Espacio escénico y dirección técnica: Pablo Pujol
Diseño de iluminación: Rubén Camacho
Diseño de sonido: Pedro León
Técnico de sonido: Manu Prieto
Caracterización y diseño de vestuario: Nino Laisné
Asesoramiento de vestuario: Reyes Muriel del Pozo
Realización de vestuario: Carmen Granell
Producción delegada: Carole Fierz
Coordinadora de producción: Pilar López
Asistente de producción: Marcos Avilés
Consultor de producción: Dietrich Grosse
Sobre el espectáculo
No hay fuegos fatuos. No hay espectros ni conjuros. Está él, exorcizando fantasmas interiores en escena. Parecía extraño que un artista [conceptual] como Israel Galván enfrentara un ballet [narrativo] como El amor brujo, de Manuel de Falla. Pero no hay que llamarse a engaños, el feroz bailaor y coreógrafo no se ha traicionado y, en su cuerpo, la obra de Falla es una música que sacude el alma, no una historia que redime conciencias.
“El amor brujo si es un perro, me muerde, lo tenía cerca y no me daba cuenta. Quizás porque no me siento identificado con sus versiones en clave de ballet flamenco o danza”, ha declarado el creador, que relata que fue un crítico, en una entrevista, quien le preguntó que para cuándo un amor brujo. Le produjo extrañeza que le preguntaran por una obra narrativa ajena a su universo flamenco, pero se le disparó la curiosidad por las posibilidades autónomas de una música fascinante que ha estado al servicio de un relato trágico, hoy más vigente que nunca, pues habla del acoso y del control que, más allá de vida, mantiene desde la muerte el espectro de un maltratador sobre Candela, la que fue su novia sumisa.
Pero no hay amada, maltratador ni espectro en El amor brujo, de Israel Galván. Se trata de una obra cuya idea es bailar a Falla, mediante la música y la danza, pero sin la presión de contar la historia. Tal y como destaca el artista, se trata de “bailarlo con la escritura pianística de Falla, sintiendo la vibración del martillo en la cuerda, zapateando el terror en medio de la brujería. Volviendo a una idea de ensayo primario. Quiero bailar el proceso de transición musical que hubo entre la versión de Pastora Imperio hasta Antonia Mercé La Argentina”. En definitiva, un Amor brujo más crudo, sin orquestación y sin cuerpos de baile, solo con la escenografía de un piano y una garganta.
Expectación no ha faltado alrededor de esta sorprendente incursión de Galván estrenada en el Festival de Jerez 2019. No es una ruptura radical con su obra conocida, sino una vuelta de tuerca a celebrados unipersonales como La edad de oro o El final de este estado de cosas, redux que, con sus oscuros aires de muerte, conecta con la emoción sobrenatural de este amor brujo.
Así de sencillo se presenta este espectáculo, cuya dirección y coreografía son de Israel Galván, para el que ha contado con la asesoría musical de Pedro G. Romero y la música de Manuel de Falla y Alejandro Rojas-Marcos. Sobre el escenario estará el baile de Israel Galván, acompañado por el cante de David Lagos y el piano de Alejandro Rojas-Marcos.