Diego el Cigala es uno de estos elegidos por el don. Ya desde que nace muchos son esos momentos clave que le colocan en el camino del arte como forma de vida pero es en el año 2000 cuando acontece una nueva epifanía, algo inesperado que se adueña de él, cambiando para siempre su futuro artístico. Esta inesperada aparición de un hombre y un instrumento que revolucionan su enfoque musical para siempre. El hombre fue el desaparecido maestro Bebo Valdés y su instrumento, el piano. Esta aparición proyectó a este artista por encima de sus límites geográficos, culturales y humanos y le impulso a trascender el flamenco y la habitual guitarra que lo acompañaba siempre para llegar a otros mundos