Diego Carrasco – Íntimo – Flamenco en la Frontera
Voz & guitarra
Curro Carrasco, guitarra – Ané Carrasco, percusión
¡CANCELADO!
8 de febrero – 22:30h
Sala García Lorca de Madrid
Diego Carrasco
Nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), Lebrija también forma parte de la memoria personal de Diego Carrasco, si atendemos a sus orígenes familiares. Nace de la unión de familias flamencas de primer nivel: Tío Borrico, Terremoto de Jerez, los Peña de Lebrija o el Tío Jero.
Con el primer nombre artístico de Tate de Jerez Diego acompaña en un principio a la guitarra a grandes como las de Tía Anica ‘La Piriñaca’, Tío Gregorio ‘El Borrico’, Terremoto de Jerez y Sernita de Jerez, a bailaores como Alejandro Vega y Antonio Gades y formó un recordado trío en el Tablao Los Canasteros de Madrid junto a Manolito Soler y Talegón de Córdoba. Posteriormente el rock se cruza en su camino con Miguel Ríos y el grupo Guadalquivir, adquiriendo así tintes rockeros, acordes con su personalidad rebelde. De esta época no olvidará nunca sus colaboraciones con Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Camarón de la Isla, Enrique Morente, Mario Maya, El Lebrijano o Pata Negra..
Cuando en las reuniones del Sur ya se ha cantado y bailado todo, comienza la triquiñuela, la inocentada y la mojiganga. Es la fiesta, puro divertimento, donde se da rienda suelta a la chanza y la improvisación de nuevas letras.
Transitar por el paisaje flamenco de Diego Carrasco, uno de los músicos más personales y sorpresivos de hoy, es participar de esa jubilosa tradición, del deslumbrante mundo del juego rítmico y de la insólita orgía sonora. Malabarista del compás, hechicero guasón que inventa el arte de birlibirloque, es el maestro del encantamiento. Él enseña por un instante la realidad y, en un gesto extraordinario, la oculta donde sólo se puede ser velada: en la parodia y el desenfado.
La capacidad lúdica de Diego Carrasco no invalida ni mucho ni menos su potencial creativo ni su talento como compositor, ya que ha hecho de la bulería un estilo originalísimo, descubriéndola a cada momento y estructurándola a base de coplas populares, canciones de rueda, villancicos de patio, entrecortados guiños a múltiples diseños melódicos de rara procedencia, un aluvión, en fin, de elementos que va utilizando como moldeable materia gozosa.
Uno de los secretos de este mago de Jerez, con un audaz despliegue imaginativo, está en la sugerencia, en los textos insinuados, en apuntadas alusiones que establecen la inmediata complicidad con el oyente. ¡Qué sutil destreza la de Diego Carrasco para transmitir su peculiar obra de ilusionista barroco, sobre todo cuando maneja en los acompañamientos ese entramado armónico tan sugerente!.
Diego es un transgresor que perturba con ironía la conciencia del ciudadano ejemplar y, al mismo tiempo, un poeta lírico que vibra con los versos de Lorca, con el caluroso pregón del latero en una tarde de agosto o con el recuerdo de los tiernos reproches maternales. En último caso, el fascinante universo musical de Diego Carrasco siempre es una fiesta que se revela con todo su esplendor en todas sus actuaciones..