Nació durante la primavera de 1954 en Triana (Sevilla). Hija de Juan Montoya, bailaor,ny de Antonia Rodríguez «La negra», cantaora y bailaora nacida en Orán (Argelia). Gracias en parte a que su familia, de raza calé, era «uno de los grupos más intensos y compactados del mundo del flamenco», Lole pudo tener el privilegio de curtirse desde muy pequeña en tablaos de prestigio como Los Gallos (Sevilla) o Las Brujas (Madrid). Lole también llegó, ya como adolescente, a compartir el mismo escenario con gente de la talla de la Perla de Triana o Camarón de la Isla, este último intimo amigo de Lole y Manuel, en 1994, le dedicarían una canción titulada «Arriba el Cielo». El comienzo de la discografía de la pareja, que se produjo en 1975 con la edición de un disco titulado «Nuevo Día» (Movieplay), coincidió con un sorprendente éxito que les permitió verse favorecidos por el publico desde el principio. Éxito que continuaría durante los siguientes ocho años, con la sucesiva edición de trabajos: «Pasaje del Agua» (CBS), «Romero Verde» (CBS), «Al Alba con Alegría» (CBS) y «Casta» (CBS). Raimundo Amador de Pata Negra), El Niño Jero, Alvaro (de Dulce Venganza) y Manolo Marinelli (de Alameda) son sólo algunos nombres más de entre los muchos que figuraron como colaboradores durante esos años. A finales de 1968, dos años después de la publicación de «Casta», deciden separarse. Lole Montoya vuelve a la escena del espectáculo, esta vez abrazando el más puro estilo árabe clásico. Y es que desde su infancia, por la influencia de su madre, había tenido mucho contacto con el mundo y la música árabe. Contacto que marcó su carrera profesional, de forma que entre otras cosas curiosas llegó a ser invitada por el Rey Asan a cantar en su palacio de Rabat. En 1991, se produce un primer reencuentro artístico de Lole y Manuel, y esto, por todo lo alto en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. No era este, como tampoco lo serán los siguientes, un reencuentro definitivo. Después de todo esto la pareja vuelve a desaparecer para volver a reaparecer en 1992 con la interpretación de algunos fragmentos del Amor Brujo de Falla. De este acontecimiento quedó para la historia una grabación editada por pasión con el título de «Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla».
El siguiente paso lo darán años después, en 1994, cuando Virgin Records hace un magistral lanzamiento de la sexta grabación oficial de Lole y Manuel juntos, titulada «Alba Molina» en honor a su hija de quince años que tenían en común. «Nunca la vuelta de unos artistas había desperado tanta expectación tan sólo con la noticia de su regreso». En el 2002 actúa en el espectáculo Original Flamenco compartiendo cartel con Diego Carrasco, en el auditorio de San Miguel, dentro de los actos celebrados en la XII Bienal de Flamenco de Sevilla.